Los hermanos Forn, con la determinación de su padre Joan, comienzan a fijar la mirada en la finca de Castellfollit del Boix para recuperar el latido de los vinos ecológicos en un rincón oculto y paradisíaco de Catalunya. Los viñedos están rodeados de extensiones pequeñas de cultivos diversos, delimitadas por bancales y terrazas que atestiguan la envergadura y la importancia de la finca durante la segunda mitad del S.XIX. La bodega se ubica en un paraje soleado a 650m de altitud, donde predomina el clima continental con una amplitud y contraste térmico día-noche.
Actualmente hacen 5 referencias de vinos ecológicos y monovarietales, buscando expresar la pureza hacen vinos de poca intervención, con producciones muy limitadas de máximo 1.000 unidades.